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Historia

Historia

Cuenta la leyenda que en Francia (alrededor del siglo XI), se empezó a gestar un apellido, ‘’Barbis’’. Rápidamente este apellido fue moviéndose en forma de familias hacia el sur y a lo que hoy conocemos como el País Vasco. Pero probablemente si están leyendo la historia de una marca de helados les interese saber qué pasó para que ese apellido tenga que ver con Mon Réve.

Durante los distintos conflictos bélicos transcurridos en Europa durante el siglo XX, gran parte de los Barbis migraron hacia América del Sur. Buscaron su destino hasta llegar a la Ciudad de Lobos, ubicada a unos 100 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Argentina). Allí nació Raúl, hijo de Juan Barbis.

Raúl se casó con doña Beatriz y tuvieron 4 hijos. El primero de ellos se llamó también Raúl, como su padre, y nació el 8 de Diciembre de 1945 en Lobos; donde pasó sus primeros años de vida hasta mudarse a la Ciudad de San Justo, muy cerca de la Capital. Y es acá donde nos vamos a centrar específicamente, en la historia de Don Raúl Julián Barbis, el hijo de Raúl.

Don Raúl creció con una madre ama de casa y un padre que tenía el  oficio de pintor; trabajaba pintando heladeras en una fábrica. Por su parte, Don Raúl, aprendió este mismo oficio. Al cabo de unos años, tuvo la oportunidad de entrar como obrero en una fábrica de quesos y no dudó ni un segundo. Allí fue donde empezó a aprender sobre lácteos y a rodearse de gente que le enseñó muchísimos secretos.

Un día, el 8 de marzo de 1967, para ser más exactos. Don Raúl conoció a quien meses después sería el amor de su vida, Cecilia, con quién se casó en 1969 y tuvo 2 hijos. Desde ese mismo año hasta 1974 dedicaron su tiempo libre a emprender en la venta de quesos. Pero Raúl aún no había abandonado su oficio de pintor y trabajaba en ese entonces en una fábrica muy importante de automóviles.

Al cabo de unos años, en 1978, fue donde sus vidas comenzaron a dar un vuelco trascendental. Don Raúl y Cecilia decidieron probar suerte en el rubro de los helados revendiendo en grandes cantidades productos elaborados por otros. Mientras tanto, Don Raúl experimentaba y contemplaba la idea de fabricar su propio helado artesanal con una batidora para masa de pizza; tardaba 4 horas en terminar una lata de 5 litros de helado. La poca eficacia de una fabricación casera casi se hace que se resigne frente a  esta idea. Sin embargo, un día, Cecilia logró convencerlo de invertir en una buena máquina para producir sus propios helados. Y así fue que en 1983, bajo el nombre de Mon Rêve, que significa  «Mi Sueño» en francés, Don Raúl y Cecilia comenzaron la venta de helado artesanal producido por ellos mismos.

El negocio continuó yendo tan bien que comenzó a demandarles mucho más tiempo y en 1986 Don Raúl abandonó su empleo en la industria automotriz para dedicarse 100% a la producción de helado.

Mon Rêve continuó creciendo y creciendo. Y… Sh, no digan nada, pero el creador del pan dulce helado fue Don Raúl Julián Barbis hacia finales de la década de los 80. Este producto fue su mayor éxito y lo que le permitió expandirse más allá de lo imaginado. Pero en 2005, y en pleno auge del desarrollo de la fábrica, Don Raúl falleció.

Actualmente, Mon Rêve quedó a cargo de su hijo menor. Quien hasta la actualidad trata de mantener viva la receta familiar de Don Raúl y Cecilia. O, mejor digámoslo en francés, L’Ancienne recette de la famille.